“Cien Años De Soledad”: El realismo mágico del “sabio de Aracataca” llega a casa

“Hasta encontré el título de la novela: Cien Años De Soledad. ¿Cómo te suena?”. Gabo a Carlos Fuentes en octubre de 1965.

El primer ejemplar que tuve de la novela insigne del realismo mágico, “Cien Años de Soledad“, lo compré en una “librería” de bordillo, de libros viejos, usados, de segunda mano, que funcionó en una de las cuatro esquinas del Paseo Bolívar con “20 de Julio”. Era 1.971, cursaba último año de bachillerato. El ejemplar, recuerdo, era de tapa azul cielo con dibujos impresos, como estampillas, correspondía a una de las ediciones de 1.967 de la Editorial Suramericana.

Aquel libro, tirado entre otros en el sardinel de la “Avenida” más grande e importante de la Barranquilla de entonces, tenía una de sus puntas, la baja, quemada, ennegrecida, huella evidente del fuego lento de un lector fumador y dormido. Ese “daño” permitió un precio menor y sin regateo. El paginaje estaba intacto y su lectura, muy seguramente, me llevó algunas noches tranquilas en El Santuario, noches sin novias ni celulares.

Han pasado los años, el Paseo Bolívar está “sembrado” de árboles como patio de casa abandonada y en sus bordillos nadie vende libros viejos. Están ahora dentro de las columnas del edificio Dugand. Las librerías se fueron del centro. Seguí comprando ejemplares de nuevas ediciones de “cien años de soledad“, novela emblemática que, tras la muerte sin memoria de su autor, Gabriel García Márquez, llega a la pantalla doméstica de Netflix, el próximo miércoles 11 de diciembre.

De la obra literaria y periodística del Nobel se han realizado diversas versiones cinematográficas y teatrales, algunas contando con la participación actoral y guionista de Gabo, que fue un estudioso y amante del cine. Pero los interesados en llevar “Cien años de Soledad” al Séptimo Arte, nunca contaron con el consentimiento del autor, por ello la versión “televisiva” de Netflix despierta el interés cultural mundial.

Pero los interesados en llevar “Cien años de Soledad” al Séptimo Arte, nunca contaron con el consentimiento del autor, por ello la versión “televisiva” de Netflix despierta el interés cultural mundial.

La adaptación fílmica de esta obra maestra de la literatura universal, es una producción con apoyo del talento y la geografía colombiana. Filmada en lugares de los departamentos de El Magdalena, la Guajira, El Cesar, Cundinamarca y Tolima, bajo la dirección del español Alex García y la colombiana Laura Mora y actores nacionales. Es una serie de 16 capítulos divididos en dos partes de 8 cada una. La historia del amor imposible ingresa a la pantalla doméstica.

El guion es autoría de José Rivera y contó con aportes del hijo mayor de Gabo, Rodrigo García, quien es un destacado director de cine. Es decir, la versión en streaming de la novela que disparó el boom de la literatura latinoamericana, permite que el llamado, por críticos y lectores, realismo mágico ingrese con la calidez de la imagen a los hogares, por qué no decirlo, del mundo entero sin mayor esfuerzo que encender el televisor o el celular.

Netflix, en estos días, ha divulgado un “corto” de la serie “Cien Años de Soledad“, en el que se observa la escena del inicio de la novela: cuando el coronel Aureliano Buendía, frente al pelotón de fusilamiento, recordó la tarde que su padre lo llevó a conocer el hielo. En Barranquilla tenemos, incrédulos, una réplica de esa “nevera de palo“, preñada de hielo. Sí no me creen vayan a “La cueva”, restaurante-bar ubicado en una esquina de El Recreo.

La correspondencia más nutrida, publicada en el libro las cartas del boom, es la cruzada por García Márquez, de 1966 al 67, con los miembros de “La Mafia”(Fuentes, Vargas Llosa y Cortázar), contando detalles sobre la aparición, en Buenos Aires”, de Cien Años de Soledad, en cuya redacción Gabo permaneció “14 meses manoseando la historia y 17 años madurándola”, hasta que el 30 de julio de 1966 declaró: “Se acabó C.A.S“.

Los 10 mil ejemplares de la novela que salieron, en marzo de 1967, se agotaron en un mes, solo en el Cono Sur (el fin del mundo). Debieron editarse 4 mil más para México y los otros países de América. Desde su salida, Cien años de Soledad fue “un cañonazo“, según su autor, que ingresó a la galería de escritores como Cervantes, Kafka, Borges, Faulkner, Mark Twain y otros. La novela, con más de 58 traducciones, se sigue vendiendo “Como pan caliente”.

La versión televisiva de una de las novelas más leída e importante del Siglo XX, permitirá sin duda una nueva lectura de la historia de la sociedad condenada a “Cien años de Soledad”, entre el asombro y la realidad de la violencia que aún no cesa e impide que florezca el amor. Invito a ver esta serie de un clásico contemporáneo de la literatura universal. Es hora de comprender lo mágico de nuestra dura realidad.

La próxima: Los derechos de los niños.

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