El exparamilitar también se refirió al homicidio de Jaime Garzón y expresó que entregará nuevos detalles sobre altos oficiales de la Fuerza Pública, al parecer implicados, en el asesinato del periodista.
En el marco de su Audiencia Única de Verdad ante la JEP, el excomandante de las Autodefensas, Salvatore Mancuso, se refirió al asesinato del exalcalde de El Roble (Sucre) Eudaldo Díaz, indicando que tuvo conocimiento del crimen y que todo se fraguó luego del recordado Consejo de Seguridad en el que Díaz denunció ante el presidente Uribe que lo iban a matar, colocando un manto de duda sobre el actuar del expresidente tras la denuncia pública.
“Fue una solicitud directa creo que del gobernador (Salvador Arana) no recuerdo en este momento, sé que en un Consejo Comunitario él denunció ante el entonces presidente Uribe que lo iban a matar y Uribe lo que hizo fue quitarle el esquema de seguridad y nosotros lo matamos”, dijo Mancuso ante la JEP.
De hecho, al seguir profundizando sobre el crimen, expresó que cuenta con algunos detalles desconocidos para entregar ante la magistratura, pero por temor a su seguridad prefiere que esa información le sea recibida en una diligencia reservada.
Además del caso de Eudaldo Díaz, el exjefe del Bloque Norte de las Autodefensas se refirió también a detalles del asesinato del periodista Jaime Garzón y expresó que la orden vino de Carlos Castaño tras no admitir burlas del comunicador y luego de recibir el pedido de altos mandos militares (de quienes prometió hablar en una sesión de carácter privado) acusando a Garzón de intermediario “permanente” en las negociaciones de las guerrillas con “el pago de secuestros”.
“Fue una petición directa a Carlos de altos mandos militares que podré contarle en una audiencia privada por lo delicado y la presunción de inocencia y las personas que nos rodean”, afirmó.
Incluso, contó que luego de la petición contra la vida de Garzón también en su momento, Castaño estuvo a punto de ordenar el homicidio del actual embajador de Colombia en la ONU, Gustavo Gallón, pero se arrepintió por las “enormes repercusiones” que causaría tal homicidio.