Vivir no es resignarse. Albert Camus
Introducción
Visión negativa, sobre lo valioso que somos y que no percibimos o apreciamos, induce a muchas personas desperdiciar la brevedad de la única vida que tenemos con continua y lastimera quejumbre. Pretenden, como si fueran cuerpos gloriosos, que todo sea placentero, permanente deleite, “vivir sabroso” su consigna, sin ninguna clase de sinsabores.
Riesgos, siempre posibles, implican perder la holgura de la existencia que no pueden resignarnos a vivir de cualquier modo. A la espera de ganarse el baloto o un milagro de la Virgen del Carmen o del Niño Jesús sin intentar mecanismo alguno de superación.
Es no reconocer que estamos hechos de hombre. Lo advierte el cómico romano Publio Terencio en su famoso latinazgo “Soy hombre y nada de lo humano me es ajeno” (Homo sum, humani nihil a me alienum puto).
Si,de hombre estamos hechos, es decir de barro; de acuerdo con su origen etimológico hombre deriva de “humus” que significa polvo. Polvo de la tierra, animales terrestres somos, como tales sujetos a la finitud y fragilidad de nuestra original esencia. También, dotados de inteligencia y de una estructura antropomórfica capaz de vencer obstáculos y afrontar, por la misma humana condición, desconsuelos, padecimientos, achaques y tener conciencia, como ningún otro ser vivo, de su destino final. De que “El hombre es un ser para la muerte” según conocida sentencia de Martín Hiddeguer, el pensador alemán.
Es conveniente distinguir quejumbre o quejadera de “inconformidad” para ubicarnos en el contexto de lo que, realmente, queremos hacer con nuestras vidas.
LA QUEJADERA
La quejadera se guarnece detrás de un crónico y aplicado lamento como justificación a la inacción, al cero esfuerzo, “al cógela suave”.
La quejadera espanta cualquier intento de colaboración, de mutua ayuda, en la gente que gira alrededor de nosotros. De los que animosos, contra viento y marea, no caen en el desánimo, en el pesimismo.
El quejumbroso, falto de motivaciones y quimeras, armado de insulso gimoteo, pretende alcanzar los mismos resultados satisfactorios del que se empeña con tesón, inconforme, “rompiéndose el cuero”, en el logro del éxito. Empujado por la energía dinamizante del “entusiasmo”, impulsadora inspiración divina, según el hermoso significado de este vocablo.
El quejumbroso, apático, “achantado”, como es, espera que papá Estado, mamá gobierno, instituciones, Dios, arcángeles, santos, amigos y familiares resuelvan sus pretenciosas aspiraciones. La culpa de su desventura, al no lograr los objetivos, se la achaca a cualquiera de ellos, son provocadas por estos y no por él. “Vividor” como es.
El amor a la noble causa… dará el impulso necesario para bregar por un mundo distinto para la gente que tanto queremos y espera de nosotros. Sobre todo, para hacer efectivos los sueños, de llegar a ser un individuo en verdad realizado y dichoso.
Tiene morboso complejo de responsabilidad que lo hacen indiferente a sus obligaciones en los distintos frentes de su facilista agenda existencial. Le da lo mismo cumplir o no con los compromisos adquiridos, actitud colindante con la deshonestidad por su típica impuntualidad e incumplimiento.
La quejadera va asociada a una íntima vocación por la flojera. “La pereza anda tan despacio que no demora la pobreza en alcanzarla” es decir de Benjamín Franklin. Flojera, quejadera y pobreza triada fatal que se entiende muy bien con las fuentes dinamizadoras del fracaso. El flojo por lo general es un hipocondríaco perdedor que simula estar enfermo para no hacer nada. Es mentiroso. “Todo flojo es embustero” afirmaba el filósofo sabanalarguero Pacho de Jesús Coronado. Es un estado que puede estar rayando con lo patológico.
LA INCONFORMIDAD
La inconformidad es actitud positiva propia de los hombres de acción, en procura de ser mejores, alcanzar la excelencia, que van al encuentro de la grandeza.
El inconforme, con mística contagiante, ejerce influencia motivante sobre la gente que lo rodea. Genera pasión, deseos de salir adelante, de alcanzar las metas, de hacer realidad ideales y propósitos. Se nutre de ganas inmensas de trabajar. Es un triunfador alegre que saca a flote los maravillosos dones de que natura lo ha dotado; recursivo se las ingenia para satisfacer sus ansias de progreso personal y colectivo. Es un líder. Líder que no comulga con el Statu Quo y que levanta altivo la voz, las veces que sea necesario, para condenar la injusticia y cuanto atente contra el bien comunitario.
EL PODER ESTÁ DENTRO DE TI
Es imprescindible aceptarnos sujetos dotados de una inmensa riqueza, de un patrimonio vital del que podemos disponer cuando queramos sin necesidad de recurrir a fuerzas mágicas, extrañas, fuera de nosotros. “El poder está dentro de ti” es título de un popular libro de la norteamericana Louis L. Hay que invita a buscar el cambio, a renovarnos, escudriñando en nuestros adentros, en donde se encuentra un tesoro maravilloso, incalculable, esperando que lo escarbes, encuentres y saques a relucir, pero para eso se necesitan ganas, coraje y decisión.
Con decisión, si nos empeñamos en su búsqueda, pronto brillarán las joyas preciosas, atributos y dones, que valorizarán nuestras vidas, darán sentido a la existencia.
¿Cuántas cualidades, destrezas, habilidades hemos descubierto durante la pandemia del coronavirus, adormiladas, hasta ahora, en lo más profundo de nuestro ser? Imagino, muchas han salido a flote para mitigar el tiempo tan prolongado de enclaustramiento forzoso a que estuvimos sometidos y también para resolver infaltables necesidades por superar.
AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS
La prenda primera que acabará con la quejadera, con tus lamentos e iluminará tu sendero es la de un amor apasionado hacia lo que sabes y haces, en consonancia con el amor que sientes por ti mismo y por los demás. Transformará los días y las noches de tu gemebundo y opaco trasegar para sacudirte del letargo que hipnotiza tus superiores intenciones y encontrar fuego en el camino a seguir.
El amor a la noble causa que inspira tu cotidiano quehacer es férreo soporte a un espíritu inconforme. Que dará el impulso necesario para bregar por un mundo distinto para la gente que tanto queremos y espera de nosotros. Sobre todo, para hacer efectivos los sueños, de llegar a ser un individuo en verdad realizado y dichoso.
Roguemos a Dios que, en este momento trágico de la historia de la humanidad fortalezca nuestra espiritualidad, para desapegarnos de la materialidad alienante a la que nos ha llevado la mercantil cultura consumista. Nos conceda el don amoroso de la inconformidad.
En atención al santo de Hipona, San Agustín: “Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos”.
Si trabajas, trabaja con amor. Si enseñas, enseña con amor. Si estudias, estudia con amor. Si cantas, canta con amor. Si juegas, juega con amor. Si bailas, baila con amor. Si te necesitan, sirve con amor.
Con todo mi amor he escrito estas líneas para todos los amables lectores de Soloproposiciones.
Hola Teo. Gracias por este breve ensayo sobre la inconformidad. Propongo una condición intermedia entre la quemadera y la inconformidad: la conformidad.
En mis viajes por el país, con motivo de mi trabajo en el ministerio de salud, encontré a muchas personas en condición de pobreza, rodeados de la riqueza de su ambiente natural con su ofrecimiento de recursos, pero inmóviles mentalmente, conformes con su estado.