Gracias, Bogotá
Si hay algo que debo reconocer y agradecer a esta ciudad fría es la manera cómo me ha tratado; cómo me acogió aquella primera vez una noche de octubre. Me recibió en penumbra con su colonial orgullo; sólo alcanzó a recordar las sombras de la noche, fugaces e intimidadoras. Llegué a una ciudad desconocida casi…