Crónicas de un puerto sonoro (4)
FACUNDO Por: Erudino Alma Lorenzo regresaba esa tarde de la roza (pequeña finca que su familia tenía en las afueras del pueblo) montado en su maltrecho burro, retrasado como siempre, a varios metros de su tío, que iba cómodamente sentado, panza incluida, en su caballo nuevo. Dos campesinos que iban en sentido contrario le dijeron…